

Merzouga, un pequeño pueblo del sureste de Marruecos, es una joya del desierto, famosa por sus imponentes dunas y cautivadores paisajes. Enclavado al borde de las vastas dunas de Erg Chebbi, este encantador destino ofrece a los viajeros una auténtica visión del corazón del Sahara. Las dunas de arena dorada, algunas de las cuales superan los 150 metros de altura, se extienden infinitamente hacia el horizonte, creando una impresionante maravilla natural que cambia de color con el sol.
Una visita a Merzouga promete una inolvidable combinación de aventura y tranquilidad. Embárcate en un paseo en camello por las dunas, siguiendo los caminos de antiguas caravanas, o descarga tu adrenalina con un emocionante paseo en quad. Al caer la tarde, contempla cómo el cielo del desierto se tiñe de tonos naranjas y rosas, antes de instalarte en un tranquilo campamento bajo un manto de estrellas. Junto a la hoguera, disfruta del ritmo de la música tradicional bereber, saborea la deliciosa gastronomía local y sumérgete en la cálida hospitalidad del desierto.
Más allá de las dunas, Merzouga ofrece una gran variedad de experiencias culturales y naturales. Explore el cercano pueblo de Khamlia, donde podrá disfrutar de los hipnóticos sonidos de la música gnawa, una tradición espiritual transmitida de generación en generación. Visite el lago salado Dayet Srji, un paraíso estacional para los observadores de aves, donde se reúnen flamencos y otras aves migratorias. Pasee por el bullicioso mercado de Rissani, un animado centro donde los lugareños venden de todo, desde especias hasta productos artesanales.